Abrir una tarjeta de crédito puede parecer un trámite rutinario, pero detrás de esta acción se encuentran una serie de compromisos legales y financieros que muchas veces pasan desapercibidos. Desde el momento en que se firma el contrato con el banco, no solo se adquiere el beneficio de contar con una línea de crédito, sino que también se asumen responsabilidades que pueden tener consecuencias significativas si no se manejan correctamente.
Es importante entender qué estás firmando al solicitar una tarjeta de crédito, cuáles son las implicaciones de no cumplir con los pagos, y cómo puedes cerrar la tarjeta de forma adecuada si decides dejar de usarla. En este artículo de Legalfit, te explicaremos todo lo que debes saber sobre el proceso, desde la apertura hasta el cierre, incluyendo las consecuencias legales del no pago y las opciones de negociación disponibles.
Legalfit te ofrece el apoyo necesario para tomar decisiones informadas y evitar problemas futuros con tu tarjeta de crédito.
¿Qué implica abrir una tarjeta de crédito?
Al solicitar una tarjeta de crédito en Chile, se firma una serie de documentos que son clave para entender las obligaciones y derechos que asumes como titular. Uno de los más importantes es el mandato, un documento que, aunque muchas veces pasa desapercibido, tiene gran relevancia legal. A través de este mandato, el cliente autoriza al banco o a una institución financiera a actuar en su nombre en ciertos casos, como en el caso del impago de la deuda de la tarjeta.
Este mandato es un poder específico, lo que significa que no da al banco facultades generales sobre tu vida financiera. No podrá, por ejemplo, solicitar otro crédito o realizar compras en tu nombre. Sin embargo, el mandato sí les permite firmar un pagaré en caso de que dejes de pagar, lo que es un paso clave en el inicio de un proceso de cobranza judicial. Este pagaré es un título ejecutivo que les otorga la posibilidad de demandarte para cobrar la deuda que has dejado de pagar.
Es importante resaltar que, aunque no se trata de un «mandato en blanco» en el sentido literal, el pagaré que se firma si no pagas queda pendiente. En otras palabras, no sabes de antemano quién del banco o la entidad financiera lo firmará en tu nombre. Esto, aunque parece un detalle menor, puede tener implicaciones importantes si no estás preparado para las consecuencias de un posible impago.
Por ello, antes de abrir una tarjeta de crédito, es fundamental leer detenidamente los documentos que firmas y asegurarte de entender las responsabilidades que asumes. Aunque no puedes modificar las cláusulas de estos contratos, sí es clave que estés consciente de que, al firmar, otorgas al banco el derecho de actuar legalmente para recuperar el dinero en caso de incumplimiento. Esto forma parte del sistema financiero, y todos los bancos, ya sean tradicionales o fintech, operan bajo esta normativa.
No pagar una tarjeta de crédito: Consecuencias en Chile
El no pago de una tarjeta de crédito puede desencadenar una serie de consecuencias legales y financieras que afectan tanto el corto como el largo plazo. En primer lugar, al dejar de pagar, la deuda se acumula rápidamente debido a los intereses moratorios, que son mucho más elevados que los intereses regulares. Estos intereses se suman al saldo impago desde el primer día de mora, lo que significa que tu deuda crecerá con rapidez.
Cobranza extrajudicial
Una de las primeras medidas que toma el banco es iniciar un proceso de cobranza extrajudicial. Esto implica que la entidad financiera intentará recuperar el dinero mediante llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto, o incluso con visita de cobradores al domicilio, recordándote que tienes una deuda pendiente. Aunque este proceso no tiene consecuencias legales inmediatas, puede volverse bastante incómodo si no se maneja correctamente. De hecho, hay normativas que regulan la frecuencia y el horario de estas llamadas, aunque no siempre se cumplen a cabalidad.
Durante este proceso, el banco también puede tomar medidas automáticas si tienes otros productos financieros con ellos, como una cuenta corriente o línea de crédito. En muchos casos, el banco descontará automáticamente de cualquier saldo disponible para cubrir parte de la deuda de la tarjeta de crédito. Si el dinero proviene de una línea de crédito, la situación puede empeorar, ya que los intereses de las líneas de crédito suelen ser más altos que los de las tarjetas.
Cobranza judicial
Si después de varios intentos de cobro extrajudicial no se logra llegar a un acuerdo o la deuda sigue sin ser pagada, el banco puede iniciar un juicio de cobranza. Para esto, presentará un pagaré firmado por el banco en tu nombre, utilizando el mandato que aceptaste al abrir la tarjeta. Este pagaré es un título ejecutivo que permite al banco demandar el cobro de la deuda directamente ante un tribunal.
El proceso judicial es más severo, ya que una vez que recibes la notificación formal de la demanda, tienes un plazo corto para pagar o contestar la demanda. Si no respondes o no pagas, el banco puede solicitar el embargo de tus bienes como medio para saldar la deuda. Este es un paso que muchos desconocen al momento de abrir una tarjeta de crédito, pero es importante tenerlo en cuenta.
Ingreso al DICOM
Otra de las consecuencias inmediatas de no pagar una tarjeta de crédito es el ingreso al boletín comercial (DICOM), lo que implica que tu nombre aparecerá en los registros de morosos. Esta inclusión en DICOM suele realizarse en las primeras semanas de mora, y una vez que tu información está allí, puede dificultarte el acceso a futuros créditos. Aunque en Chile la ley impide que los empleadores evalúen tus antecedentes comerciales para la mayoría de los cargos, en roles relacionados con gestiones bancarias o financieras sí pueden tener en cuenta esta información al evaluar tu perfil.
Plazos de prescripción de la deuda
Por último, es importante mencionar que las deudas de tarjeta de crédito no pueden perseguirse de manera indefinida. En Chile, el plazo de prescripción del pagaré es de un año desde la fecha en que dejaste de pagar. Si en ese tiempo el banco no ha notificado formalmente el juicio de cobranza, tienes la opción de solicitar la prescripción de la deuda, lo que implica que legalmente no pueden continuar cobrándotela. Este proceso debe ser gestionado junto con un abogado, y puede eliminar la deuda y sacarte del DICOM.
¿Cómo cerrar una tarjeta de crédito?
Cerrar una tarjeta de crédito no es un proceso tan simple como dejar de usarla. Si bien es posible hacerlo en cualquier momento, existen pasos clave que debes seguir para asegurarte de que el cierre se realice de manera adecuada y sin generar problemas futuros. Uno de los errores más comunes es pensar que dejar de usar la tarjeta equivale a cerrarla, pero esto no es suficiente para evitar cargos o consecuencias negativas si hay algún saldo pendiente.
- Paso 1: Pagar todas las deudas pendientes
Antes de solicitar el cierre de una tarjeta de crédito, es imprescindible que todas las deudas estén completamente saldadas. El banco no permitirá cerrar la tarjeta si existe algún saldo por pagar. Esto incluye tanto las compras realizadas como los intereses generados y los cargos por mantención, que muchas veces se acumulan aunque no utilices la tarjeta. Si tienes pagos automáticos asociados a la tarjeta, como suscripciones a servicios (Netflix, Spotify, etc.), debes cancelarlos o transferirlos a otro medio de pago antes de iniciar el proceso de cierre.
Una recomendación útil es evitar hacer pagos parciales o adelantados fuera de las fechas de facturación, ya que esto puede generar confusiones en el estado de cuenta. Lo ideal es esperar a la fecha de facturación, pagar el saldo total, y luego verificar que no haya cargos adicionales en el siguiente ciclo de facturación.
- Paso 2: Verificar que no queden cargos rezagados
Una vez que hayas realizado el pago total, es recomendable esperar al menos un ciclo de facturación adicional (generalmente un mes) para asegurarte de que no queden cargos rezagados. Muchas veces, pueden aparecer cargos menores asociados a intereses o a compras anteriores que no se registraron a tiempo. Si después de este segundo ciclo de facturación no aparecen más cargos, entonces es seguro proceder con el cierre de la tarjeta.
Durante este tiempo, asegúrate de monitorear regularmente tu cuenta para evitar sorpresas. Algunas instituciones financieras aplican un pequeño cobro por mantención incluso después de que se deja de usar la tarjeta, y si no lo detectas, podrías encontrarte nuevamente con una deuda.
- Paso 3: Solicitar el cierre formalmente
El siguiente paso es contactar al banco o institución financiera y solicitar formalmente el cierre de la tarjeta de crédito. Este proceso puede hacerse de manera presencial, por teléfono o incluso en línea, dependiendo de la entidad. Es fundamental pedir un comprobante de cierre para que tengas una constancia oficial de que la tarjeta ha sido clausurada. Este documento es clave en caso de futuros inconvenientes, como cargos inesperados o problemas en tu historial crediticio.
Al solicitar el cierre, el banco bloqueará tu tarjeta para que no puedas utilizarla más, pero la cuenta asociada a la tarjeta seguirá existiendo durante un tiempo. Es por esto que debes seguir monitoreando tu estado de cuenta, ya que podrían generarse cargos adicionales si no se ha cerrado completamente el proceso.
- Paso 4: Seguimiento posterior al cierre
Aunque hayas realizado correctamente todos los pasos anteriores, es crucial hacer un seguimiento después de haber cerrado la tarjeta. Incluso si el banco te confirma que la tarjeta ha sido cerrada, algunos cargos de mantención pueden aparecer de forma inesperada y generar un saldo impago. Si esto ocurre, la deuda puede acumularse con intereses y eventualmente afectar tu historial crediticio, llevándote incluso a caer en DICOM.
Monitorea tu cuenta por algunos meses para asegurarte de que no haya movimientos pendientes. Si detectas cualquier actividad inusual, contacta de inmediato a la institución financiera para aclararlo y evitar problemas.
¿Qué sucede si hay deudas pendientes al cerrar la tarjeta?
El banco no permitirá que cierres la tarjeta si existe alguna deuda pendiente. Sin embargo, en ciertos casos, el banco puede consolidar la deuda en un crédito de consumo. Esto significa que la deuda total de la tarjeta, junto con cualquier otra obligación financiera con el banco (como líneas de crédito), se agrupa en un solo crédito con nuevas condiciones de pago. Esta opción puede ser útil para quienes tienen dificultades para pagar, ya que reestructura la deuda, pero es importante tener en cuenta que seguirá existiendo la obligación de pagar el monto total.
¿Es posible negociar una deuda de tarjeta de crédito?
Sí, es posible negociar una deuda de tarjeta de crédito, pero es importante entender las diferentes opciones disponibles y las implicaciones de cada una antes de tomar una decisión. En muchos casos, los bancos y las instituciones financieras ofrecen la opción de repactar la deuda, pero esta no siempre es la mejor alternativa.
Repactación de la deuda: ¿Realmente conviene?
Cuando un cliente no puede cumplir con los pagos de su tarjeta de crédito, la primera opción que suelen ofrecer los bancos es la repactación de la deuda. En una repactación, el banco te permite reorganizar los términos de tu deuda, ofreciendo un plazo más largo para pagar, pero a costa de aumentar los intereses y, en muchos casos, duplicar el capital de la deuda original. Esto significa que, aunque podrías tener más tiempo para cumplir con los pagos, estarías pagando mucho más dinero a largo plazo.
Por ejemplo, si originalmente debías 5 millones de pesos, tras la repactación es posible que esa deuda aumente significativamente debido a las nuevas tasas de interés y al plazo extendido para el pago. Además, el banco te considerará un cliente de mayor riesgo, por lo que te aplicarán tasas de interés más altas. Aunque a corto plazo puede parecer una solución para aliviar la carga financiera, a largo plazo podría resultar en un problema mucho más grande.
Los abogados expertos deuda de Legalfit en recomiendan evitar la repactación, ya que empeora las condiciones de pago, generando una carga financiera que muchas personas no logran cumplir una vez que finaliza el «respiro» inicial.
Alternativas a la repactación: La renegociación de deuda
Si repactar no es una opción atractiva para ti, otra alternativa más favorable es la renegociación de la deuda. Este proceso se realiza a través de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, y permite generar nuevas condiciones de pago, generalmente en términos mucho más justos que los ofrecidos por los bancos. A diferencia de la repactación, la renegociación permite reducir el monto de la deuda total, eliminar los intereses moratorios y penales, y establecer plazos de gracia que te permitan recuperarte antes de empezar a pagar nuevamente.
La renegociación es un trámite administrativo y gratuito, lo que lo convierte en una opción atractiva para quienes tienen problemas financieros. Sin embargo, existen ciertos requisitos para poder acceder a este proceso. Por ejemplo, necesitas tener dos o más deudas que sumen más de 90 días de morosidad, y la deuda total debe ser mayor a 80 UF. Además, no puedes haber sido notificado de un juicio de cobranza o procedimiento de quiebra forzosa. Es importante evaluar si cumples con estos requisitos antes de iniciar el trámite.
Este proceso ofrece mejores condiciones que la repactación, pero tiene una limitación: la aceptación del acuerdo por parte del acreedor. Si el banco no acepta la renegociación, podrías verte obligado a considerar otras alternativas, como la liquidación voluntaria.
Procedimientos legales para manejar la deuda
En caso de que ni la repactación ni la renegociación sean viables, existen otras opciones legales que puedes considerar. Una de ellas es la prescripción de la deuda, que se aplica cuando la deuda no ha sido notificada o el banco no ha iniciado un juicio de cobranza dentro del plazo establecido por la ley (en este caso, un año desde la mora del pagaré). Si el banco no cumple con los plazos, puedes solicitar la prescripción y, con la ayuda de un abogado, presentar esta solicitud ante un tribunal. Es importante destacar que la prescripción no opera de manera automática, debe ser declarada por un juez para que la deuda sea eliminada legalmente.
Otra opción es el abandono del procedimiento. Esto ocurre cuando el banco inicia un juicio de cobranza, pero no sigue adelante con el proceso. En estos casos, si el juicio queda «abandonado» por un tiempo prolongado, el deudor puede solicitar la declaración de abandono del procedimiento. Esto tiene el efecto de eliminar el juicio, como si nunca hubiera existido, y todo lo que el banco hubiese avanzado durante el proceso se pierde.
Finalmente, si te encuentras en una situación financiera extremadamente complicada, puedes considerar la quiebra o liquidación voluntaria. Este procedimiento permite liquidar todos tus activos para pagar tus deudas y empezar desde cero. Aunque es una medida drástica, puede ser la mejor opción para personas con un nivel de endeudamiento incontrolable.
Protecciones legales para los deudores
Aunque no existen protecciones legales que impidan al banco cobrar una deuda si no la pagas, sí tienes ciertos derechos que te protegen durante el proceso de cobranza. Por ejemplo, el banco debe seguir un protocolo establecido para comunicarse contigo durante la cobranza extrajudicial, respetando horarios y frecuencias de contacto. Además, tienes derecho a defenderte en un juicio de cobranza y a presentar una solicitud de liquidación o renegociación de tu deuda si cumples con los requisitos.
Si sientes que el banco está actuando de manera injusta o abusiva durante el proceso de cobranza, puedes presentar un reclamo ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) o el SERNAC. Estas instituciones pueden mediar en el conflicto y ayudarte a defender tus derechos como consumidor financiero.
¿Tienes dificultades para pagar tu tarjeta de crédito?
Gestionar una tarjeta de crédito va más allá del simple uso de una línea de crédito para financiar compras. Desde el momento en que abres una tarjeta, asumes responsabilidades financieras y legales que pueden tener un impacto significativo en tu estabilidad económica. Si bien es tentador aprovechar las facilidades de pago que ofrece una tarjeta, es crucial entender las implicaciones de no pagar a tiempo y las opciones disponibles en caso de dificultades financieras.
Si te encuentras en una situación en la que no puedes cumplir con los pagos de tu tarjeta de crédito, es importante que tomes medidas proactivas. En Legalfit, contamos con un equipo de expertos en derecho financiero que pueden ayudarte a evaluar tu situación y encontrar la mejor solución legal para ti. No dejes que una deuda descontrolada arruine tu estabilidad financiera. Contáctanos a través del formulario para recibir una asesoría legal gratis y comenzar a resolver tus problemas de tarjeta de crédito de forma segura y efectiva.