Remates judiciales Chile: Guía completa para proteger tus bienes

Los remates judiciales en Chile son un mecanismo legal utilizado para subastar bienes de personas o empresas con el objetivo de saldar deudas impagas. Este proceso permite a los acreedores recuperar su dinero mediante la realización forzada de bienes embargados, que pueden ser muebles, como vehículos o enseres del hogar, o inmuebles, como casas, departamentos o terrenos.

Si bien históricamente los remates judiciales han sido una herramienta frecuente en la cobranza de deudas, su dinámica ha cambiado en los últimos años. Durante la pandemia de COVID-19, el número de subastas disminuyó significativamente, pero con la recuperación económica y la implementación de los remates telemáticos, se ha observado un aumento en la actividad. La digitalización del proceso ha permitido mayor transparencia y accesibilidad, eliminando barreras geográficas y agilizando la liquidación de bienes en procedimientos judiciales.

En este artículo de Legalfit conocerás en detalle cómo funcionan los remates judiciales en Chile, qué bienes pueden ser embargados y subastados, en qué etapa del juicio se ordena la relación forzada y qué acciones pueden tomar los afectados para proteger su patrimonio. Entender este proceso es clave para actuar a tiempo y evitar la pérdida de bienes.

¿Qué es un remate judicial y cuándo puede ocurrir?

Un remate judicial es un procedimiento legal en el que un tribunal ordena la realización forzada de bienes de un deudor con el fin de pagar una deuda impaga. Este mecanismo es una de las principales herramientas que tienen los acreedores para recuperar su dinero cuando un deudor no ha cumplido con sus obligaciones.

El remate judicial en Chile ocurre principalmente dentro de los juicios ejecutivos, que son aquellos en los que se busca el cobro forzado de una deuda. Sin embargo, también pueden darse en otros tipos de procesos judiciales, como aquellos relacionados con indemnizaciones o incumplimientos contractuales. En estos casos, una vez que existe una sentencia condenatoria con un monto determinado, el demandante puede solicitar la ejecución forzosa a través del embargo y posterior remate de los bienes del deudor.

Tipos de bienes que pueden ser rematados

Dependiendo de la naturaleza de la deuda y de los bienes disponibles para embargo, un remate judicial puede involucrar dos tipos de bienes:

Bienes muebles: Son aquellos que pueden trasladarse de un lugar a otro sin perder su esencia, como:

  • Vehículos: autos, motos o camiones.
  • Enseres del hogar: muebles, electrodomésticos, tecnología, entre otros.
  • Maquinaria o equipos: utilizados en negocios o actividades comerciales.

El remate de bienes muebles se realiza a través de un martillero público, quien se encarga de subastar los bienes y adjudicarlos al mejor postor.

Bienes inmuebles: Incluyen aquellos bienes raíces que están inscritos en el Conservador de Bienes Raíces, tales como:

  • Casas y departamentos.
  • Terrenos y parcelas.
  • Locales comerciales o bodegas.

El remate de bienes inmuebles sigue un procedimiento distinto, ya que se realiza mediante una pública subasta, la cual debe ser anunciada con anticipación a través de publicaciones en un diario de la comuna en que tenga su asiento el tribunal en que se está viendo la causa, o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquella no lo hubiere. Este proceso permite que cualquier interesado pueda participar y ser postor por la propiedad en la fecha fijada por el tribunal.

Diferencias entre el remate de bienes muebles e inmuebles

La principal diferencia entre ambos tipos de bienes radica en el procedimiento legal y la forma en que se ejecuta la subasta:

CaracterísticaBienes MueblesBienes Inmuebles
Quién ejecuta el remateMartillero públicoTribunal en pública subasta
Dónde se realizaLugar físico designado por el martilleroTribunal, con publicación previa en diarios
Notificación al deudorPuede ocurrir con menos antelaciónSe debe anunciar con anticipación
Tiempo de adjudicaciónRápido, los bienes pueden venderse el mismo díaPuede tardar semanas o meses dependiendo de diversos factores 
Impacto sobre la deudaLa deuda puede no cubrirse o generar un saldo a favor si el monto obtenido es mayor al de la deudaLa deuda puede no cubrirse o generar un saldo a favor si el monto obtenido es mayor al de la deuda

Si bien el proceso de remate es similar en ambos casos, la regulación y ejecución varía según el tipo de bien involucrado. En ambos escenarios, es fundamental que el deudor esté informado y tome medidas oportunas para proteger su patrimonio o negociar una solución antes de llegar a la subasta.

El proceso de embargo y remate en Chile

Para que un bien llegue a remate judicial, debe pasar por un proceso legal que consta de varias etapas. Estas fases son clave tanto para el acreedor, que busca recuperar su dinero, como para el deudor, quien puede tomar acciones legales para defender sus bienes o negociar un acuerdo antes de la subasta.

1. Notificación de la demanda y embargo de bienes

El proceso de remate inicia con una demanda judicial presentada por el acreedor contra el deudor. Una vez que el tribunal la admite, se notifica formalmente al demandado, informando sobre la existencia de la deuda y el inicio del procedimiento ejecutivo.

En esta etapa, el acreedor puede solicitar el embargo de bienes del deudor, lo que significa que no pueden ser vendidos ni transferidos. 

Dependiendo del tipo de bien, el embargo se materializa de diferentes maneras:

  • Bienes muebles: Un receptor judicial realiza un inventario de los bienes embargados y los deja bajo custodia del deudor o de un tercero hasta el remate. En caso de vehículos motorizados, el embargo también se inscribe, pero en el Registro Civil.
  • Bienes inmuebles: El embargo se inscribe en el Conservador de Bienes Raíces, impidiendo cualquier transacción sobre la propiedad.

¿Es posible enterarse tarde del embargo?

Sí. En algunos casos, las personas pueden descubrir el embargo de su propiedad cuando ya está programado el remate. Esto ocurre si la notificación se hace en un domicilio desactualizado y por alguna razón el deudor no recibió las notificaciones.

2. Publicación y preparación del remate

Una vez embargado el bien, el tribunal fija la fecha y las condiciones de la subasta pública. En el caso de los bienes inmuebles, la ley exige que el remate sea anunciado en un diario de la comuna en que tenga su asiento el tribunal, o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquella no lo hubiese, permitiendo que interesados puedan participar.

El tribunal establece las bases del remate, que incluyen:

  • La tasación, generalmente el avalúo fiscal.
  • Las garantías que deben presentar los postores.
  • El método de pago y plazos para el adjudicatario.

En el caso de los remates de bienes muebles, estos son gestionados por un martillero público, quien se encarga de organizar y ejecutar la subasta.

3. Subasta y adjudicación del bien

Llegado el día del remate, los interesados participan en la subasta y presentan sus ofertas. El bien se adjudica al postor que ofrezca el monto más alto.

¿Qué pasa después del remate?

Dependiendo del monto obtenido en la subasta, pueden darse tres escenarios:

  • Si el monto cubre la deuda: El juicio se cierra y el acreedor recupera su dinero.
  • Si el monto es menor a la deuda: El deudor sigue debiendo la diferencia, y el acreedor podría solicitar el embargo de otros bienes.
  • Si el monto es mayor a la deuda: El deudor puede solicitar el retiro del saldo a su favor.

Para que el deudor reciba ese saldo, debe hacerse parte en el juicio y solicitar formalmente el giro del remanente. Sin una asesoría adecuada, existe el riesgo de no recibirse ese saldo.

¿Se puede evitar un remate judicial?

Si bien el remate judicial es la última fase de un proceso de cobro forzado, existen alternativas para evitar la subasta de los bienes. La clave está en actuar a tiempo, ya que una vez concretada la adjudicación del bien en remate, revertir la situación se vuelve mucho más complejo.

A continuación, revisamos las principales opciones para frenar un remate judicial.

Negociación con el acreedor: una opción viable antes del remate

Una de las estrategias posibles para evitar un remate es llegar a un acuerdo con el acreedor antes de que el proceso avance a la subasta. En paralelo, es aconsejable que se cuente con representación legal para presentar aquellas defensas que correspondan en el juicio.

Muchas veces, los bancos, empresas o instituciones que demandan a un deudor están más interesados en recuperar su dinero que en llevar a cabo un remate. Esto significa que, en algunos casos, es posible negociar un pago en cuotas, una reestructuración de la deuda o una condonación parcial de intereses para evitar la ejecución forzada.

Para que una negociación sea efectiva, es recomendable que el deudor cuente con asesoría legal, ya que un abogado puede analizar las condiciones del juicio y plantear un acuerdo viable antes de que el proceso avance a la subasta.

Recursos legales para suspender o anular un remate

Cuando el juicio ya está avanzado, existen ciertas herramientas legales que pueden detener el proceso de remate:

  • Revisión de la notificación judicial: Si la notificación de la demanda se realizó en un domicilio incorrecto o incumpliendo los requisitos establecidos en la ley, se puede solicitar la nulidad de la notificación y con ello, detener el remate.
  • Errores del demandante: Pueden ser variados, como por ejemplo, no acompañar los documentos requeridos según las bases del remate (publicaciones en tiempo y forma, certificado de avalúo fiscal del semestre en curso, certificado de hipotecas y gravámenes) pudiendo así pedir la suspensión.
  • Presentación de incidentes procesales: Dependiendo del estado del juicio, un abogado puede presentar recursos que permitan suspender o retrasar la subasta, dándole tiempo al deudor para negociar con el acreedor.

En todos estos casos, la rapidez es clave. Una vez que el tribunal ha adjudicado el bien a un tercero, revertir la situación es mucho más difícil y dependerá de situaciones excepcionales.

¿Qué hacer si intentan rematar bienes que no son tuyos?

Existen situaciones en las que, por error, se embargan bienes que no pertenecen al deudor. Esto suele ocurrir con bienes muebles y puede generar graves perjuicios para terceros ajenos a la deuda.

En estos casos, la ley permite presentar una tercería de posesión, un recurso judicial que tiene como objetivo demostrar que los bienes en cuestión pertenecen a otra persona y, por lo tanto, no pueden ser subastados.

Para que una tercería de posesión sea aceptada, es fundamental presentar pruebas de la propiedad del bien, como:

  • Contratos de arriendo o certificados que den cuenta del dominio del bien inmueble en donde se encuentran esos bienes muebles embargados.
  • Testigos que certifiquen que los bienes son del tercerista.

Si se actúa a tiempo y con la asesoría adecuada, se puede frenar el remate de bienes que no correspondan al proceso judicial.

La importancia de actuar a tiempo

Los remates judiciales en Chile pueden ser un proceso complejo y lleno de riesgos para los deudores. Sin embargo, con la orientación adecuada, es posible evitar la pérdida de bienes y minimizar el impacto económico. Si enfrentas una situación de embargo o remate, lo mejor es actuar con rapidez y buscar asesoría legal experta.
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Defensa en Juicios de Cobranza

Los servicios legales en estas áreas pueden incluir asesoramiento legal, representación en juicios, negociación de acuerdos de pago, solicitud de nulidad del embargo, y defensa ante procesos de alzamiento de embargo, entre otros. Los abogados de Legalfit, especializados en derecho financiero y procesal, pueden brindar asistencia valiosa a deudores y acreedores involucrados en juicios de cobranza, embargos y tercerías.