La transformación digital del mundo jurídico ya no es una promesa lejana: es una necesidad urgente. En un entorno donde el acceso a la justicia sigue siendo complejo para miles de personas, la tecnología aparece como una herramienta poderosa para construir soluciones más simples, ágiles y centradas en el usuario. En este contexto, Legalfit se ha incorporado oficialmente a Altech, la Asociación de LegalTech Chile, una organización que impulsa la innovación tecnológica en el ámbito legal y reúne a los actores más relevantes del ecosistema.
Este hito no solo representa un paso importante en nuestro proceso de crecimiento como empresa, sino que también refuerza nuestro compromiso con una nueva forma de hacer derecho: una que pone a las personas en el centro, que cuestiona los modelos tradicionales y que apuesta por la colaboración como motor de cambio. Desde el primer día, en Legalfit entendimos que transformar el sistema requiere más que tecnología: requiere visión, coherencia y una metodología que acompañe ese cambio.
¿Qué es Altech y por qué es relevante?
Altech, la Asociación de LegalTech Chile, es una organización gremial que busca fomentar un ecosistema legal más eficiente, colaborativo y justo, promoviendo el uso estratégico de la tecnología en el derecho. Su misión es clara: impulsar la transformación digital del sector jurídico en Chile, apoyando a emprendimientos innovadores, fortaleciendo la adopción de nuevas metodologías y generando espacios de reflexión, regulación y conocimiento sobre el uso ético de las tecnologías emergentes.
Formar parte de Altech no es solo integrarse a una asociación; es sumarse a una comunidad de empresas que están redefiniendo la manera en que se entregan los servicios legales en nuestro país. Desde startups hasta compañías consolidadas, los socios de Altech comparten un mismo objetivo: hacer que el derecho sea más accesible, transparente y conectado con las necesidades reales de las personas.
“Legalfit no solo comparte nuestra visión de modernizar la industria legal, sino que también aporta energía, experiencia y una mirada práctica sobre cómo usar la tecnología para acercar el derecho a las personas y organizaciones (…) Su metodología, que combina diseño legal, tecnología y empatía, es una buena noticia para quienes requieren contratar servicios legales”.
Esteban Ruiz, director ejecutivo de Altech.
Para Legalfit, esta incorporación marca un nuevo paso en su camino de consolidación como actor de cambio dentro del ecosistema LegalTech. Estar en Altech es también una forma de hacer comunidad, de colaborar con otros referentes del sector y de sumar capacidades para transformar el derecho desde dentro.
¿Por qué Legalfit decidió incorporarse a Altech?
La incorporación de Legalfit a Altech no fue una decisión espontánea, sino el resultado de un proceso de reflexión estratégica que se venía gestando desde hace más de un año. Desde sus inicios, Legalfit ha entendido la tecnología no como un complemento, sino como un eje central de su propuesta de valor. Por eso, al conocer el trabajo de Altech, se reconoció rápidamente una visión compartida: un ecosistema legal donde la innovación, la colaboración y el impacto real van de la mano.
“Cuando conocimos Altech, vimos una oportunidad concreta de vincularnos con actores que comparten nuestro enfoque de innovación y desarrollo colaborativo en el ámbito legal. Decidimos dar este paso en el momento justo: cuando contamos con la madurez, el equipo y la claridad para integrarnos activamente a un ecosistema que complementa y potencia nuestra visión”.
Álvaro Clunes, cofundador de Legalfit.
La firma del acuerdo se concretó en mayo de 2025, en una ceremonia que reunió a actores clave del sector LegalTech en Chile. Participaron representantes de empresas como ALTO Chile, referente en el uso de tecnología y modelos predictivos aplicados al ámbito legal, y miembros del directorio ejecutivo de Altech. Más que una firma simbólica, el encuentro representó un momento de conexión entre organizaciones que creen en la urgencia de transformar el acceso a la justicia en Chile.
Legalfit y la transformación digital del derecho
Hablar de transformación digital en el ámbito legal ya no es solo una conversación técnica o futurista: es una urgencia. El derecho como disciplina y como industria ha permanecido por años ajeno a los procesos de modernización que ya son estándar en otros sectores. Para Legalfit, esa desconexión representa una brecha concreta en el acceso a la justicia, y por lo mismo, una oportunidad real de cambio.
Desde su fundación, Legalfit ha sido una empresa nativa digital. Sin embargo, eso no significa que esté exenta del desafío de transformarse continuamente. En un entorno donde el derecho aún opera con lógicas verticales, procesos opacos y poco adaptados a la experiencia del usuario, impulsar una nueva forma de operar se vuelve no solo valioso, sino necesario.
La transformación digital implica mucho más que incorporar tecnología: es también una cuestión cultural. Es cambiar la forma de pensar, diseñar y ejecutar los servicios jurídicos. Es construir flujos de trabajo orientados a las personas, no al abogado. Y es comprender que la verdadera innovación legal no parte en un software, sino en cómo se diagnostican y resuelven los problemas reales de las personas.
La metodología ágil legal: innovación aplicada a la práctica jurídica
Uno de los pilares que distingue a Legalfit dentro del ecosistema LegalTech es su forma de trabajar. No se trata solo de aplicar tecnología o automatizar procesos. Se trata de repensar, desde su base, cómo se diseña y entrega un servicio legal. La metodología ágil legal, desarrollada e implementada internamente durante los últimos tres años, es el reflejo de esa transformación profunda.
Inspirada en marcos como Scrum, Lean y Kanban, esta metodología fue adaptada por Legalfit para responder a una realidad muy específica: la naturaleza impredecible del sistema judicial chileno y la necesidad de entregar valor constante al cliente. En lugar de estructuras verticales y procesos fragmentados, se trabaja en equipos reducidos, multidisciplinarios y altamente coordinados, donde cada miembro conoce su rol y participa activamente en la mejora continua.
Esta forma de trabajo ha traído beneficios concretos tanto para los equipos internos como para los clientes. Mayor claridad, menos iteraciones innecesarias, tiempos de respuesta más rápidos y un alto sentido de pertenencia entre quienes participan en cada caso. El cliente, además, percibe un servicio más transparente, con seguimiento continuo y alineado con sus expectativas.
“La lógica tradicional del derecho es jerárquica, lenta y poco colaborativa. Nuestra metodología rompe con esa estructura. Aquí se trabaja en conjunto, se corrigen errores sobre la marcha y se mejora constantemente. Eso genera eficiencia, cohesión de equipo y, sobre todo, mejores resultados para las personas que nos confían sus casos”.
Felipe Besnier, cofundador y abogado de Legalfit.
Este enfoque no solo mejora la operación interna: conecta directamente con la misión de Altech, al entender la innovación legal como algo que va más allá del desarrollo tecnológico. Porque crear nuevas formas de hacer las cosas también es crear tecnología. Y Legalfit lo hace desde la práctica, todos los días.
Construir el derecho del futuro, hoy
La incorporación de Legalfit a Altech no es un punto de llegada, sino un nuevo punto de partida. Es la consolidación de un camino recorrido con convicción, pero también la apertura hacia nuevas alianzas, desafíos y espacios donde la innovación legal pueda seguir generando impacto real.
En un momento en que la tecnología redefine industrias enteras, el derecho no puede quedarse atrás. Y no se trata solo de incorporar herramientas digitales, sino de repensar profundamente cómo se diseñan, entregan y evalúan los servicios legales. Desde su nacimiento, Legalfit ha sido una empresa que cuestiona lo establecido, que pone a las personas en el centro y que construye soluciones legales desde la empatía, la eficiencia y la colaboración.
Ser parte de Altech es reforzar esa visión. Es trabajar codo a codo con otras LegalTech para acercar el derecho a quienes más lo necesitan, sin burocracia ni barreras técnicas. También es apostar por un ecosistema más justo, abierto y humano. En definitiva, es seguir construyendo el derecho del futuro. Y hacerlo hoy.