Renegociación de deudas: Una solución legal para reestructurar tus finanzas

Cuando las deudas se acumulan y las condiciones para pagarlas se vuelven insostenibles, muchas personas sienten que no podrán cumplir con sus deudas y que no existen alternativas reales para hacerlo en lo inmediato. Sin embargo, existe una alternativa legal y efectiva para quienes sí quieren hacerse cargo de su sobreendeudamiento: la renegociación de deudas.

Este procedimiento, regulado por la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento en Chile, permite a las personas naturales reestructurar sus obligaciones financieras en un solo proceso, sin necesidad de negociar individualmente con cada acreedor ni de exponerse a intereses excesivos o nuevas condiciones desfavorables.

En este artículo de Legalfit te explicamos en qué consiste la renegociación, quiénes pueden acceder, qué ventajas ofrece frente a otras opciones como la repactación o el refinanciamiento, y cómo ha sido clave para cientos de personas que hoy han logrado recuperar su estabilidad económica.  

¿Qué es la renegociación de deudas y quién puede acceder?

La renegociación de deudas es una herramienta legal pensada para personas naturales que desean ponerse al día con sus obligaciones financieras, pero que ya no pueden seguir pagando en las condiciones actuales. A diferencia de la repactación directa con una institución —que muchas veces termina aumentando la deuda total—, este procedimiento permite reestructurar todas las deudas en un solo proceso, con mejores plazos y condiciones más realistas.

La renegociación se gestiona a través de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, y está diseñada para ofrecer un nuevo punto de partida, sin la presión de los intereses acumulados ni la amenaza de embargos o demandas.

Pueden acceder a esta alternativa todas las personas naturales que no hayan tenido movimientos de primera categoría (es decir, actividades empresariales como persona natural) en los últimos 24 meses. Esto incluye a trabajadores dependientes, pensionados, estudiantes, personas cesantes que cuentan con ingresos regulares o quienes emiten boletas de honorarios. Todos ellos sí pueden acceder a la renegociación, siempre que cumplan con los requisitos legales.

Requisitos básicos para acceder a la renegociación de deudas

  • Tener dos o más deudas vencidas por más de 90 días corridos, que en total sumen más de 80 UF.
  • No haber sido notificado de una demanda de liquidación ni de un juicio ejecutivo en curso (excepto los de origen laboral).
  • No registrar movimientos de primera categoría durante los últimos 24 meses.

Muchas personas llegan a este proceso con la intención clara de cumplir. Lo que buscan no es “eludir” sus deudas, sino cumplir de forma sostenible, en condiciones que no los arrastren a una espiral de intereses o nuevas obligaciones imposibles de asumir.

En la práctica, este mecanismo se ha convertido en una solución concreta para quienes enfrentan situaciones de sobreendeudamiento, pero que siguen contando con algún nivel de ingreso que les permita comprometerse con un nuevo acuerdo de pago.

Beneficios de renegociar tus deudas frente a repactar o refinanciar

Cuando una persona comienza a tener dificultades para pagar sus compromisos financieros, es común que busque repactar directamente con cada institución. Sin embargo, esta opción suele implicar mayores intereses, nuevos costos asociados y condiciones más exigentes. En muchos casos, repactar termina siendo una forma de postergar el problema, más que resolverlo. Además, hay situaciones en que las instituciones exigen un pago inicial o “pie” para repactar, algo que muchas personas endeudadas simplemente no pueden asumir. 

La renegociación de deudas, en cambio, ofrece un camino estructurado y respaldado por la ley. A diferencia de la repactación o el refinanciamiento, permite reestructurar todas las deudas en conjunto, en un solo proceso y sin que ello implique aumentos en el monto total adeudado o un “pie” inicial.

  1. Posibilidad de acceder a mejores condiciones de pago: Incluyendo la extensión de los plazos, la reducción de tasas de interés y, en ciertos casos, incluso condonaciones parciales de la deuda. Esto le permite a la persona ajustar sus pagos a su capacidad económica real, sin exponerse a nuevos incumplimientos en lo inmediato.
  2. Efecto directo sobre el historial financiero del deudor: Al alcanzar un acuerdo, se eliminan los registros negativos como la morosidad en el Boletín comercial, el informe de la CMF y Equifax, por ejemplo, lo que abre la puerta a volver a ser sujeto de crédito en el futuro, siempre con responsabilidad y planificación.
  3. Respaldo institucional: Mientras que repactar o refinanciar depende enteramente de la voluntad del acreedor, la renegociación es un procedimiento regulado por la Superintendencia de Insolvencia, lo que garantiza transparencia, plazos claros y reglas comunes para todas las partes.

El paso a paso de la renegociación y sus efectos en tu historial financiero

Uno de los aspectos más valorados de la renegociación de deudas es que se trata de un proceso claro, con etapas definidas y una duración aproximada de cuatro meses desde que se presenta la solicitud ante la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento. Durante este tiempo, la persona deudora tiene la oportunidad de reestructurar sus deudas y acordar nuevas condiciones que se ajusten a su realidad financiera actual. Te explicamos el paso a paso:

  1. Verifica si cumples los requisitos: Antes de comenzar, asegúrate de tener lo requisitos mínimos:
    • Tener dos o más deudas vencidas por más de 90 días.
    • Que el total de las deudas supere las 80 UF.
    • No haber sido notificado de una demanda de liquidación.
    • No tener actividades de primera categoría en los últimos 24 meses.
  2. Reúne tus antecedentes financieros: Reúne tus antecedentes financieros: Deberás recopilar todos los documentos que acrediten tu situación económica: ingresos, gastos mensuales, deudas vigentes, bienes y cualquier otro dato relevante. Estos antecedentes deben presentarse en el plazo y formato que exige la ley y la Superintendencia de Insolvencia, por lo que cumplir con esos requisitos de tiempo y forma es clave para que tu solicitud avance sin contratiempos.
  3. Prepara y presenta tu propuesta de pago ante la Superintendencia: Una vez reunidos todos los antecedentes, se elabora una propuesta formal que refleje tu capacidad real de pago. Con la ayuda de abogados expertos, podrás estructurar una oferta que considere plazos más amplios, condiciones justas y, en algunos casos, incluso condonaciones parciales. Esta propuesta se presenta junto a la solicitud ante la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, que evaluará si cumples con los requisitos legales para iniciar el procedimiento.
  4. Los acreedores votan la propuesta: Una vez presentada la propuesta, se espera a la aprobación por parte de los acreedores. Según la experiencia de Legalfit y las estadísticas de la SUPERIR, más del 90% de las renegociaciones son aceptadas.
  5. Se firma un nuevo acuerdo de pago con cada institución: Si los acreedores aceptan, se formaliza un acuerdo legal que establece las nuevas condiciones de pago.
  6. Se eliminan los registros comerciales negativos: Al aprobarse el acuerdo y finalizar el proceso, se borran los registros negativos de tu historial comercial, lo que te permite volver a ser sujeto de crédito de manera progresiva y responsable.

¿Y si hablamos de empresas? El caso del sector inmobiliario en crisis

Además del caso de las personas naturales que pueden optar por la renegociación, es importante destacar que el procedimiento de reestructuración de deudas también está disponible para reorganización de empresas. En este ámbito, la herramienta legal equivalente se llama reorganización concursal, y ha cobrado especial relevancia durante el último tiempo, como por ejemplo en el sector inmobiliario y de la construcción, uno de los más afectados por la crisis económica postpandemia.

Durante 2024, al menos 16 inmobiliarias se declararon en quiebra y 4 optaron por iniciar un proceso de reorganización de empresas, lo que da cuenta del complejo escenario financiero que enfrenta esta industria. Algunas, como Inmobiliaria El Chamisero, lograron evitar la quiebra gracias a la reorganización, consiguiendo reestructurar pasivos por más de 79 millones de dólares.

La reorganización de empresas es una alternativa especialmente útil cuando la insolvencia no es total, es decir, cuando aún existe viabilidad económica si se ordenan las obligaciones. Este proceso permite llegar a un acuerdo con los acreedores para evitar la liquidación y, en muchos casos, mantener la continuidad operativa del negocio.

La relevancia del factor tiempo en la reorganización de empresas 

Las empresas que detectan a tiempo su situación de riesgo pueden actuar de forma preventiva. En cambio, aquellas que esperan demasiado o no se asesoran adecuadamente, muchas veces ya no logran revertir su insolvencia y terminan cayendo en la liquidación forzosa o en tener que iniciar un proceso de liquidación voluntaria. 

El efecto dominó también es un riesgo real. La caída de una inmobiliaria arrastra a proveedores, contratistas y otros actores, incluso a sus trabajadores, lo que agrava la crisis del sector. Por eso, reorganizar a tiempo no solo salva una empresa, sino que puede proteger una cadena completa de relaciones comerciales.

La renegociación de deudas es reestructurar tu futuro financiero

Hoy más que nunca, contar con herramientas legales que permitan reestructurar deudas de forma transparente y efectiva es clave para recuperar la estabilidad. La renegociación no solo es un derecho, sino también una oportunidad concreta para quienes quieren cumplir, pero ya no pueden hacerlo en las condiciones actuales.

Ya sea que enfrentes una carga financiera como persona natural o estés evaluando alternativas para reorganizar una empresa, actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre el colapso y una segunda oportunidad.

En Legalfit te asesoramos y acompañamos durante todo el proceso. Contáctanos a través del formulario para que evaluemos tu caso y comenzar a cambiar tu situación financier

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